domingo, 1 de junio de 2008

Ecuador: "Los indígenas no creemos en Correa", afirma Raúl Illaquiche


26 de Mayo 2008
Entrevista de Gabriela Paz y Miño, corresponsal en Madrid de El Comercio

- Usted pidió a James Anaya, relator especial de la ONU, que haga recomendaciones sobre el trato del presidente Correa a los pueblos indígenas. ¿Cuál es la queja?
Tanto el trato de Rafael Correa a los indígenas, como las decisiones en contra de ellos son peores que los de la dictadura de Lucio Gutiérrez. Con sus expresiones y sus políticas está desconociendo existencia de pueblos indígenas..
¿En qué sentido?
El hecho de decir que somos una minoría, que no significamos nada y que somos el 2% de la votación nacional, es no reconocer la existencia de los indígenas como pueblos y nacionalidades. Eso significa un desconocimiento de la historia de lucha de estos pueblos. En términos claros, racismo. Ni Lucio Gutiérrez hizo algo así. Es muy preocupante. El movimiento indígena ha quitado máscara a Rafael Correa, el país sabe quién es y nosotros también. Sus políticas son totalmente contrarias a lo que dijo en campaña.
En su demanda pidió a James Anaya que actúe como mediador de la situación conflictiva del sector. Pero concretamente ¿en qué se refleja eso?
Por ejemplo, en las políticas petroleras y de minas. Decir que las empresas mineras seguirán extrayendo minerales, decir que en el país vamos a declarar la época dorada de minerales, va en contra de la soberanía del Estado ecuatoriano, no solo de los indígenas. Hasta ahora no declara caducos los contratos petroleros, como lo ofreció. Dentro del Palacio de Gobierno están enquistados muchos funcionarios de extrema derecha.
¿A quiénes se refiere?
Varios personajes que estuvieron con partidos políticos de derecha están ocupando cargos claves, donde se toman decisiones y tienen mucha influencia. Hay asesores jurídicos vinculados al Partido Social Cristiano en Guayaquil. En algunos ministerios también están enquistados.
Usted ha denunciado que hay un “racismo abierto” de Correa. ¿En qué se basan?
En sus expresiones, por ejemplo. En el “que se vayan, que se vayan”. Esas burlas y esas ironías desconocen el proceso histórico de lucha y son elementos significativos del racismo contra indígenas. Y si hablamos de acciones concretas, en las políticas públicas no se está tomando en cuenta el derecho de los pueblos indígenas a ser reconocidos en la Constitución, a la participación y a ser consultados en todos los programas que se ejecuten en sus territorios.
¿En temas ambientales?
No es solo eso, es en todo: temas sociales, económicos, educativos. No se está respetando la Constitución ni el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, ratificado por el Estado en 1998 (el cual exige que la opinión de los pueblos indígenas sea vinculante en las decisiones sobre concesiones mineras).
Los indígenas somos sujetos jurídicos de derecho, no somos gremios ni sindicatos ni corporaciones; somos una sociedad histórica milenaria anterior al Estado. Nos ampara, entre otras normativas, la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas, que protege la libre determinación de los pueblos y su derecho a la autonomía o el autogobierno, así como a disponer de medios para financiar sus funciones autónomas. No se respeta nuestro derecho a que se nos consulten temas administrativos, los proyectos de desarrollo y todo lo que nos afecte.
¿En qué cree usted que no se los respeta?
Ningún ministerio lo está tomando en cuenta. Incluso la Senplades (Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo), manejada por cuentistas sociales que conocen el convenio de l OIT y los alcances del movimiento y el proyecto indígena en Ecuador, ignoran la existencia de estos pueblos. No hemos sido consultados para diseñar la nueva estructura del Estado y tampoco para las políticas públicas. No se toman en cuenta las circunscripciones territoriales indígenas a la hora de rediseñar el Estado. Se piensa en municipios, gobiernos locales, provinciales, autónomos… pero se están olvidando de las circunscripciones indígenas que deberían constar como gobierno intermedio. Esa una forma de ignorarnos.
Como movimiento, ¿qué acciones piensan tomar?
El Estado ecuatoriano es signatario de convenios internacionales que implican obligaciones jurídicas. Lo que se está haciendo puede acarrear la nulidad si se plantean demandas internacionales. Otro ejemplo: el Gobierno está obligado por ley a destinar fondos para el Codempe, Salud Indígena, Fondo Indígena y Educación Bilingüe. Si no lo hace está irrespetando esos convenios.
¿Dónde quedan todas las coincidencias que tenía el movimiento indígena con el Gobierno actual?
En términos de pueblo indígenas tenemos todos estos reparos. Obviamente, hay otras coincidencias, cosas que hay que apoyar. Pero la oposición que planteamos como pueblos indígenas es una forma de llamar la atención al Gobierno y de obligarle a discutir, a dialogar a buscar consensos. Es un derecho que tenemos.
¿Cómo ven ustedes el proceso de la Asamblea Nacional Constituyente?
Esa fue una lucha de los pueblos indígenas desde 1990. La Conaie propuso la Asamblea para reestructurar al Estado, no es tema de Alianza País. Es una lucha anterior que ayudamos a viabilizar. Ahora la Asamblea está, pero nos preocupa que se estén olvidando de los pueblos indígenas. Ya no hay confianza en Rafael Correa y ahora queremos un diálogo directo con la Asamblea, porque tenemos la esperanza que allí se hagan mejor las cosas.
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Hoja de Vida de Raúl Illaquiche
El dirigente fue escogido Premio Bartolomé de las Casas por su defensa de los derechos colectivos de los pueblos indígenas.
Fue diputado por el Movimiento Pachakutik.
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Fuente: Agradecemos el envío de la información al Centro de Comunicación e Investigación Indìgena Chaskinayrampi

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